El turismo accesible sólo funciona cuando toda el proceso turístico es accesible

La accesibilidad no sólo significa que un lugar sea físicamente accesible (ascensor, sin escaleras …) sino que sea accesible en un sentido más general, es decir, que todo el mundo, independientemente de su discapacidad (sensorial, comunicativa, cognitiva) puedan hacer uso del producto o servicio.

Las personas con discapacidad desean viajar tanto como cualquier otra persona. Sin embargo, los productos y servicios turísticos, en general, están mal preparadas para adaptarse a las necesidades de este colectivo. Las personas con discapacidad a menudo tienen que hacer uso de las mismas accesibles a las rutas una y otra vez en contraste con la gama de opciones que no tienen personas con movilidad limitada. Esto significa que muchos no tienen acceso al turismo.

Históricamente, las personas con discapacidad han sido excluidas de muchas actividades normales entre los que viajan. Por otra parte, las personas con discapacidades más graves, incluso en los países desarrollados, viven con ingresos inferiores a la media, y dependen de la ayuda financiera pública. Por ejemplo, en Gran Bretaña, el 30% de gente en edad laboral con discapacidad vive en la pobreza. Pero incluso si las personas con discapacidad tienen los medios para viajar no puede ser capaz de hacerlo por la falta de accesibilidad. Es decir se restringe la posibilidad de viajar de una parte significativa de la población. Las limitaciones impuestas a las personas con discapacidad han sido llegado a ser descritas como una “tragedia de derechos humanos de enormes proporciones”.

Los argumentos a favor de acelerar la transición hacia la accesibilidad son sólidos. Existe una clara evidencia de que  un turismo más accesible poseería el potencial de beneficiar de manera significativa los lugareños, turistas y también a las empresas turísticas.

Sin embargo, hay tres principales obstáculos. En primer lugar, la falta de normas y reglamentos comunes en materia de accesibilidad. La segunda, estrechamente relacionada, es que la información es deficiente y poco confiable en materia de accesibilidad, lo que supone una limitación importante a las experiencias de viajes potenciales de personas con movilidad limitada. En tercer lugar, un enfoque holístico es que hace falta: los esfuerzos por separado y sin coordinación por  no hará florecer el turismo accesiblesí solos. Un enfoque global que cubra transporte, alojamiento y lugares de interés es indispensable para la producción de destinos accesibles.

Para superar estos obstáculos, las empresas turísticas tienen que ser parte de la solución. Para ello, es necesario entender lo que significa la accesibilidad y en qué medida se pueden beneficiar. El sector público debe estimular este proceso al tiempo que se lleva a cabo una coordinación de esfuerzos que dé  forma a una industria turística realmente accesible para todos.

Ninguno de los procesos mencionados tienen posibilidades de tener éxito sin invitar a las asociaciones de personas con movilidad limitada a participar activamente en la toma de decisiones. Consultar con personas con movilidad limitada es crítico, no sólo porque son los principales interesados en el turismo accesible, sino porque sus necesidades y los problemas no son evidentes para aquellos que no tienen ninguna limitación de la movilidad.

Artículo basado en las conclusiones de  tesina Paving the way to accessible tourism

Viaje a la Sostenibilidad